En un acto histórico para el municipio de Ramón Santana, el presidente Luis Abinader entregó 394 nuevos títulos de propiedad a igual número de familias, lo que beneficia a aproximadamente 1,600 personas.
Esta es la primera vez que se realiza una entrega de títulos en esta demarcación, lo que proporciona a los beneficiarios la seguridad jurídica de ser los propietarios de los terrenos en los que han construido sus hogares y han trabajado durante años para garantizar su sustento.
Durante su discurso, el presidente Abinader destacó que la titulación de terrenos es una de las políticas públicas de mayor impacto social de su gobierno, subrayando que con este acto se hace visible la justicia social y se triplica el valor de esos terrenos. Recordó que durante décadas, la falta de titularidad ha sido una injusticia en América Latina, dejando a miles de personas "en la penumbra legal", sin la protección de sus bienes.
“Hoy, la República Dominicana está cambiando esta realidad. Estamos construyendo un camino hacia una economía formal y, con estos títulos, cerramos la brecha de desigualdad, reconociendo el esfuerzo y sacrificio de quienes han levantado sus vidas ladrillo a ladrillo”, expresó Abinader.
La beneficiaria Maura Aurosa Celeste, en nombre de los residentes del municipio, agradeció al presidente por hacer posible la entrega de los títulos, que representan no solo un documento legal, sino también una oportunidad de crecimiento y desarrollo para sus familias.
Por su parte, Duarte Méndez, director ejecutivo de la Unidad Técnica Ejecutora de Titulación de Terrenos del Estado, informó que la titulación de estos terrenos ha generado un ahorro de RD$31,520,000 para los beneficiarios. Además, destacó que el proceso continúa con el objetivo de resolver la situación de aquellos que aún no han recibido sus documentos de propiedad.
Finalmente, el sacerdote Alberto Ortiz, de la parroquia Inmaculada Concepción, impartió la bendición del evento, agradeciendo al presidente Abinader por el apoyo recibido para la reconstrucción del templo local, la casa curial y la adquisición de un vehículo para la comunidad.
Este acto representa un avance significativo en la política de titulación de tierras en el país, y refuerza el compromiso del gobierno de garantizar derechos fundamentales a miles de familias dominicanas.