El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha anunciado un ambicioso plan económico y social con el objetivo de reducir la pobreza al 15% de la población, lograr que el 80% de los empleos en el país sean formales y aumentar el salario básico a 15,000 dólares anuales.
Estas metas forman parte de su visión para transformar el panorama económico del país y mejorar significativamente las condiciones de vida de los ciudadanos.
En una rueda de prensa realizada este fin de semana, Abinader destacó que su administración está trabajando en estrategias integrales que abarcan desde la atracción de inversiones extranjeras hasta la implementación de políticas educativas y de capacitación laboral. Según el mandatario, "este es un plan diseñado para combatir las desigualdades históricas, promover la formalización de los empleos y garantizar que cada dominicano pueda alcanzar una vida digna".
El proyecto, que cuenta con el respaldo de organismos internacionales y el sector privado, también incluye medidas para fortalecer las pequeñas y medianas empresas, aumentar el acceso a la educación superior y diversificar la economía nacional para reducir la dependencia de sectores como el turismo y las remesas.
Los retos para alcanzar estas metas son significativos, ya que actualmente el salario mínimo promedio ronda los 400 dólares mensuales, y una proporción importante de la población trabaja en la economía informal. Sin embargo, el gobierno asegura que cuenta con los recursos y la voluntad política necesarios para lograrlo.
Analistas económicos y sectores empresariales han recibido el anuncio con reacciones mixtas. Mientras algunos elogian la visión transformadora de Abinader, otros cuestionan la viabilidad financiera y la rapidez con la que estos cambios podrían implementarse.
El mandatario concluyó su anuncio reafirmando su compromiso con el pueblo dominicano: "No podemos conformarnos con pequeñas mejoras. La República Dominicana merece soñar en grande y trabajar juntos para convertir esos sueños en realidad".