Un emocionante encuentro entre los Gigantes del Cibao y las Águilas Cibaeñas en el Estadio Julián Javier terminó en caos e incertidumbre debido a una falla eléctrica que dejó a oscuras el estadio durante la parte alta del noveno inning.
El partido, en el que los Gigantes dominaban 8-4, vivió un momento de tensión cuando Erick Mejía, bateador aguilucho, conectó un toque de bola que desató polémica. El manager de los Gigantes, Wellington Cepeda, solicitó una revisión al considerar que el corredor había interferido al contactar la pelota con una de sus piernas.
La protesta de Cepeda escaló rápidamente, y tras la decisión de los árbitros en su contra, fue expulsado del juego. En un acto de descontento, Cepeda arrojó su camiseta al terreno y pateó la base blanca mientras se dirigía hacia el home, dejando clara su indignación.
En medio de la controversia, las luces del estadio se apagaron abruptamente, dejando el terreno en completa oscuridad y generando incertidumbre tanto en jugadores como en los miles de fanáticos presentes.
Las autoridades del estadio y la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) están trabajando para restablecer el servicio eléctrico y evaluar las condiciones para la reanudación del juego. Además, se prevén sanciones disciplinarias por los actos de indisciplina protagonizados por Cepeda.
Este incidente es el más reciente en una serie de interrupciones que han afectado al Estadio Julián Javier, donde anteriormente el mal clima había obligado a suspender otros encuentros.
Se espera un comunicado oficial en las próximas horas sobre la reanudación del partido y las medidas que se tomarán tras los incidentes ocurridos.