Un coronel de las Fuerzas Armadas de Ecuador supuestamente fue asesinado a tiros este viernes cerca de la penitenciaría de Guayaquil, (suroeste) en un país sumido en la violencia del narcotráfico, informó la Policía.
El vehículo del oficial fue alcanzado por más de 20 tiros, mientras «estaba trasladándose a una ceremonia en la ciudad de Manta». Los pistoleros «logran alcanzarle a unos 200 metros antes de llegar a la penitenciaría y abren fuego», declaró en el lugar del crimen un policía. El conductor del vehículo resultó herido.
En la anárquica costa del suroeste de Ecuador, las bandas del narcotráfico operan con impunidad y los aterrorizados habitantes se preguntan si las políticas de «mano dura» de su presidente son solo palabras.
En una oscura base militar en la provincia de El Oro, cerca de la frontera con Perú. Ocho infantes de marina se preparan para patrullar el archipiélago de Jambelí, territorio de los cárteles.
Todos van enmascarados, sin insignias de rango, ni placas de identificación.
Fuerzas de Ecuador
Al igual que gran parte del otrora pacífico Ecuador, Puerto Bolívar se ha convertido en campo de batalla de cárteles rivales que luchan por llevar la producción récord de cocaína de Colombia y Perú a Europa, Norteamérica y Asia.
La Armada encontró el año pasado unos 30 cadáveres en aguas cercanas al puerto, algunos decapitados o mutilados.
Recientemente, una bomba dirigida contra el jefe de una banda local mató a dos personas y arrasó varias viviendas.
Los infantes de marina se alejan del muelle en dos lanchas, por un laberinto de canales flanqueados por manglares, muelles y pueblos pesqueros.
La mayor parte del patrullaje transcurre sin incidentes. Pero al entrar en Huayala -un estero repleto de muelles destartalados y edificios de hormigón- la unidad se posiciona y los militares elevan rifles.