Elías Piña. – Las bandas armadas en Haití, operando con creciente impunidad, han tomado el control de la zona de Lascahobas, a solo 40 minutos de la frontera dominicana en El Carrizal, provocando una nueva ola de violencia que ha sembrado el temor tanto en comunidades haitianas como dominicanas.
En lo que testigos describen como una "demostración de poder", los criminales atacaron la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas de Haití (BSAP), una unidad encargada de la protección medioambiental que, con el tiempo, ha adquirido tintes paramilitares.
Los agresores irrumpieron en la comunidad de Las Caobas, cerca de Belladère, y se apropiaron de vehículos oficiales, forzando a los agentes a huir bajo circunstancias inciertas. La brutalidad no cesó con la retirada, y la situación sigue fuera de control.
Mientras tanto, el presidente Luis Abinader expresó su frustración ante la creciente "fatiga internacional" por la inestabilidad en Haití.
En declaraciones recientes, Abinader subrayó que este hartazgo es compartido por varios gobiernos internacionales, quienes han manifestado su cansancio tras años de esfuerzos fallidos para resolver la crisis.
El mandatario reiteró que, a pesar del desinterés global, República Dominicana continuará exigiendo mayor responsabilidad internacional frente a la crisis haitiana.
