La comunidad de Zambrana vive momentos de tensión e indignación luego de que, desde tempranas horas de este martes, un contingente militar acompañado de equipos pesados intentara ingresar a la cabecera del río El Naranjo para continuar con labores de deforestación.
“Miren cómo está la Barrick Gold aquí pisoteando a los comunitarios, metiendo maquinarias, donde los niños están atemorizados”, denunció con vehemencia un dirigente comunitario en un video que circula en redes sociales.
Con grúas, retroexcavadoras y escoltados por la Policía Nacional y personal militar con armas largas, los equipos intentaron remover parte de la capa boscosa en una zona que los residentes consideran sagrada para el ecosistema y fuente vital de agua.
Niños y adultos se han lanzado al suelo en un acto de resistencia pacífica, formando una barrera humana con el objetivo de evitar el ingreso de la maquinaria hasta el río. Esta escena, repetida en las últimas semanas, refleja la creciente tensión entre la empresa minera Barrick Gold y los habitantes de la zona.
Bernardo Paulino, líder comunitario, fue tajante al declarar: “Miren cómo están las personas postradas en la calle para que Barrick Gold los mate; total, ellos lo van a matar como quiera con esa presa que están construyendo”.
Desde el 8 de enero, decenas de militares han sido desplegados de forma permanente en la comunidad, lo que ha sido interpretado por los residentes como una medida de intimidación. Las acciones de deforestación en la cabecera del río han continuado pese a los reclamos.
Una comisión integrada por el defensor del pueblo, el obispo de La Vega y representantes de otras entidades ha intentado mediar en el conflicto desde finales de enero. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha logrado un acuerdo entre la minera y la comunidad.
Los residentes exigen el cese inmediato de las operaciones y denuncian que la intervención amenaza no solo el medio ambiente, sino también la paz y la seguridad de sus familias.