Santo Domingo, R.D. En una sesión histórica, la Cámara de Diputados aprobó este martes en segunda lectura el proyecto de ley que prohíbe a personas condenadas por violación sexual ejercer oficios vinculados al sector educativo, de cuidado u orientación de menores, una vez obtengan su libertad. La iniciativa, que llevaba cuatro años estancada en comisiones de estudios, recibió la unanimidad de los 105 diputados presentes.
Tras la aprobación en segunda lectura, el proyecto de ley será enviado al Senado para ser estudiado y votado en dos lecturas adicionales. Si es aceptado en su totalidad por la Cámara Alta, la propuesta estará lista para ser promulgada por el presidente Luis Abinader.
El proyecto establece que aquellos condenados por actos sexuales violentos, inducción a la prostitución, trata de personas, turismo sexual, abuso sexual o pornografía con menores, no podrán trabajar con niños. Un párrafo del artículo cinco precisa que esta inhabilitación será aplicada solo cuando la sentencia por violación sexual sea irrevocable.
Además, el proyecto dispone que el Ministerio de Educación suspenda temporalmente a cualquier persona señalada por violación sexual, aunque aún no haya sido juzgada. La reincorporación al sistema educativo solo será posible si la persona es absuelta en el proceso judicial.
Antes de su aprobación final, el proyecto sufrió varias modificaciones para perfeccionarlo. Los diputados José Horacio Rodríguez y Magda Rodríguez propusieron limitar la inhabilitación a 30 años, en lugar de ser permanente, una medida que fue acogida por el Pleno. También se incluyó un párrafo en el artículo tres, propuesto por los diputados Eugenio Cedeño, José Santana, Ramón Bueno y Darío Zapata, para especificar que la inhabilitación comenzará al concluir la condena de cárcel.
Otra propuesta de modificación de José Horacio Rodríguez y Magda Rodríguez, que buscaba extender la inhabilitación a trabajos religiosos, culturales y deportivos, fue retirada por considerarse "limitante".
Con la aprobación en segunda lectura y los debates concluidos, el proyecto pasa ahora al Senado, donde deberá superar dos nuevas lecturas antes de convertirse en ley. Esta iniciativa, que había estado casi una década estancada en la Cámara de Diputados, está más cerca de ser una realidad que proteja a los menores de edad de posibles agresores sexuales.