El canciller Roberto Álvarez volvió a alzar su voz ante la comunidad internacional en Naciones Unidas, donde expresó su preocupación por la escasa ayuda financiera destinada a enfrentar la grave y urgente crisis en Haití.
Álvarez advirtió que, si no se toman medidas correctivas para pacificar al país vecino, la situación podría salirse de control, escalando a un conflicto de proporciones impredecibles. Actualmente, afirmó, la crisis representa “una grave amenaza a la seguridad nacional de la República Dominicana”, y advirtió que su extensión podría tener efectos regionales.
“República Dominicana observa con profunda preocupación la notoria y creciente insuficiencia de fondos para atender las prioridades identificadas; el objetivo primordial es restablecer la seguridad en Haití. Sin un entorno seguro, todos los demás esfuerzos, incluyendo la asistencia humanitaria y las iniciativas de desarrollo sostenible para abordar las causas estructurales de sus problemas, serán infructuosos”, expresó.
El diplomático dominicano hizo un llamado a reforzar “la voluntad política desde Naciones Unidas para no seguir decepcionando a la sociedad haitiana y detener la impunidad del crimen organizado”, además de insistir en acelerar la misión de paz para enfrentar a las pandillas y bandas armadas.
“Todas mis comparecencias han tenido el único propósito de instar a este órgano a tomar las medidas necesarias ante la profunda crisis institucional, humanitaria y de violencia que atraviesa el pueblo haitiano”, añadió.
Álvarez concluyó señalando que “el drama humano que se vive cada día en Haití ha sido identificado entre los diez principales conflictos a vigilar en el mundo en 2025. Mientras la brutalidad de los pandilleros criminales avanza implacablemente, no podemos permanecer impasibles”.