Los cardenales que han llegado a Roma para participar en el cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco se han tomado este jueves como una jornada de silencio, oración y reflexión. El único acto previsto en su agenda ha sido una misa en homenaje al pontífice fallecido.
Este día de pausa tiene como objetivo brindar a los cardenales el espacio necesario para contemplar la magnitud de la responsabilidad que tienen por delante. La elección del nuevo líder de la Iglesia Católica no solo marcará el rumbo espiritual de millones de fieles en todo el mundo, sino que también definirá el tono de la institución en los años venideros. En un ambiente de unidad y recogimiento, los purpurados buscarán inspiración y claridad espiritual antes de entrar en la Capilla Sixtina, donde quedarán aislados durante el proceso de votación.
El cónclave comenzará oficialmente el martes 7 de mayo, pero la actividad preparatoria se reanudará mañana viernes a las 9:00 de la mañana (hora local), con nuevas sesiones de deliberación.
Hasta el momento, han arribado a Roma 124 de los 133 cardenales con derecho a voto —los miembros del Colegio Cardenalicio menores de 80 años—, aunque dos han declinado participar por motivos de salud. En total, el Colegio lo integran 252 cardenales, aunque solo una parte puede participar en la elección.
Mientras tanto, el Vaticano continúa con las tradicionales misas del novenario por el fallecimiento del pontífice. La ceremonia de hoy fue presidida por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y uno de los colaboradores más cercanos del papa Francisco.