La celebración de los Reyes Magos tiene sus raíces en el cristianismo, siendo la Epifanía el momento en que los sabios del Oriente, guiados por una estrella, llegaron a presentar sus regalos al recién nacido.
Asimismo, el Día de Reyes ha trascendido lo religioso, convirtiéndose en un evento de gran importancia cultural, especialmente en países como España, República Dominicana, México, Argentina, Colombia y varias naciones de Centroamérica.
En ese mismo orden, los tres Reyes Magos tienen un papel central en las celebraciones del Día de Reyes. Cada uno representa una parte de la diversidad cultural y religiosa que ha influido en esta festividad.
Melchor, el rey anciano, es comúnmente representado como un hombre de raza blanca; Gaspar, el joven, como un rey de raza europea; y Baltasar, el rey de raza africana, simboliza la inclusión y la unidad de diferentes pueblos en la adoración del Niño Jesús.
El Día de Reyes en las familias
En muchas casas, la víspera del 6 de enero es esperada con ansias, ya que los niños colocan sus zapatos en las puertas o ventanas, junto con algo de comida o agua para los Reyes y sus camellos. A cambio, los Reyes Magos dejan regalos, juguetes y golosinas, una tradición que rivaliza en emoción con la de la Navidad.
En algunos países, la mañana del 6 de enero también es una ocasión para disfrutar de la rosca de Reyes, un pan dulce en forma de corona decorado con frutas cristalizadas, que simboliza la riqueza de los regalos de los Reyes Magos. Dentro de la rosca se esconde una figura de un niño Jesús y quien la encuentre se compromete a organizar la fiesta en el Día de la Candelaria, el 2 de febrero.