Cuatro asistentes de vuelo se declararon culpables de contrabandear ocho millones de dólares en efectivo de ganancias del narcotráfico en vuelos comerciales desde Estados Unidos a República Dominicana.
Estos aprovecharon su estatus en la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), lo que les permitía pasar por un carril de seguridad especial en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y otros aeropuertos con menos escrutinio que los pasajeros normales.
Los acusados de contrabando son Charlie Hernández, 42 años, de West New York, Nueva Jersey; Sarah Valerio Pujols, de 42 años, del Bronx, Nueva York; Emmanuel Torres, de 34 años, de Brooklyn, Nueva York; y Jarol Fabio, de 35 años, de Nueva York.
Cada uno de ellos está acusado de un cargo de operación de un negocio de transmisión de dinero sin licencia, que conlleva una sentencia máxima de cinco años de prisión, y un cargo de ingreso a un aeropuerto o zona de aeronaves en violación de los requisitos de seguridad, que conlleva una sentencia máxima de 10 años en prisión.
El fiscal federal Damian Williams dijo: “Como se alega, estos asistentes de vuelo pasaron de contrabando millones de dólares en dinero de la droga y fondos de las fuerzas del orden que pensaban que era dinero de la droga desde los Estados Unidos a la República Dominicana durante muchos años abusando de sus privilegios como empleados de aerolíneas. Los cargos de hoy deberían servir como recordatorio para aquellos que violan la ley al ayudar a los narcotraficantes a mover su dinero, que el crimen no paga”.
Pujols y Hernández están acusados además de un cargo de conspiración para operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia, que conlleva una sentencia máxima de cinco años de prisión, y Pujols está además acusado de un cargo de contrabando de dinero en efectivo a granel, que conlleva una sentencia máxima de cinco años de prisión.
Mientras que el agente especial a cargo de HSI, Iván J. Arvelo, dijo que “los acusados, a sabiendas, contrabandearon grandes cantidades de dinero ilícito vinculado a la venta de narcóticos, incluido el fentanilo, y aprovecharon los puntos de control de seguridad del aeropuerto utilizando sus puestos de confianza como asistentes de vuelo”.
Los acusados trabajaban en aerolíneas diferentes, conforme al informe.