El Salón de la Fama Mundial de los Videojuegos honró este jueves a cuatro títulos que dejaron huella en la industria y redefinieron el entretenimiento digital.
Los videojuegos reconocidos este año fueron Defender, el clásico de arcade de 1981 que elevó el nivel de dificultad; Tamagotchi, el dispositivo que unió lo lúdico con la crianza virtual; GoldenEye 007, que redefinió el multijugador en consolas, y Quake, cuyo motor gráfico sentó las bases del desarrollo moderno en juegos en 3D.
Estos juegos fueron seleccionados de una lista de 12 finalistas que también incluía Age of Empires, Angry Birds, Call of Duty 4: Modern Warfare, Frogger, Golden Tee, Harvest Moon, Mattel Football y NBA 2K.
El Salón de la Fama reconoce cada año juegos de arcade, consola, computadora, portátiles y móviles que han tenido poder de permanencia e influido en la industria de los videojuegos o en la cultura pop.
Quake, lanzado por Id Software en 1996, fue destacado por su duradera influencia en la industria. Su código fuente sigue vivo en algunos títulos casi tres décadas después. Lindsey Kurano, curadora de juegos electrónicos, afirmó que “es un legado literal”.
John Romero, uno de los creadores de Quake, asistió a la ceremonia y recordó: “Sabíamos que lo que estábamos construyendo en el juego iba a hacer que las personas que habían jugado nuestro juego anterior, Doom, estuvieran aún más felices con la adición de un lenguaje de programación incorporado en el juego”. Añadió: “Estamos realmente contentos con el impacto que Quake tuvo en el mundo”.
Defender, desarrollado por Williams Electronics, fue reconocido por demostrar que los jugadores de arcade podían aceptar títulos con mecánicas complejas. Jeremy Saucier, vicepresidente asistente del museo, expresó: “El juego de Defender elevó el nivel de competencia en los arcades, y fue uno de los primeros en separar verdaderamente a los jugadores dedicados de los más casuales”.
Tamagotchi, lanzado en 1996, popularizó los juegos de simulación de mascotas. Kristy Hisert, gerente de colecciones, señaló: “Proporcionó a los jugadores sentimientos de conexión, cuidado y personalización, un respiro de la competencia y los juegos de lucha”.
GoldenEye 007, inspirado en la película de James Bond de 1995, fue el tercer título más vendido de la consola Nintendo 64. Con su modo multijugador local, sentó precedentes que marcarían el género. Los expertos del Salón lo destacaron por su enorme influencia en los shooters multijugador posteriores.
Ubicado en el Museo Nacional del Juego The Strong, el Salón de la Fama permite que cualquier persona nomine juegos. Cada año, un comité selecciona 12 finalistas y, tras la votación de expertos y fanáticos, se revelan los nuevos ingresados.
