El papa Francisco, uno de los pontífices más queridos y sorprendentes de la historia reciente, ha cautivado al mundo con su humildad, carisma y cercanía. Desde su elección como líder de la Iglesia Católica el 13 de marzo de 2013, ha transformado la forma en que se percibe al papado.
Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el papa Francisco, marcó un hito histórico al convertirse en el primer papa latinoamericano. De ascendencia italiana y nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, su elección fue un suceso inesperado que dejó a la comunidad católica de habla hispana, y al mundo entero, en un estado de júbilo.
Pimer papa latinoamericano
El 13 de marzo de 2013, el cardenal Bergoglio fue elegido, tras la inesperada renuncia de Benedicto XVI. Con su elección, el papa Francisco rompió una tradición de más de 1,200 años al convertirse en el primer pontífice originario de América Latina, lo que desató una gran alegría, especialmente en la comunidad latina. De hecho, es el primer papa no europeo desde el sirio Gregorio III, quien fue elegido en el año 731.

Un nombre con significado profundo
El papa Francisco optó por ese nombre en honor a San Francisco de Asís, conocido por su humildad y su cercanía con los más necesitados. Desde el principio de su pontificado, Bergoglio ha hecho honor a este nombre, destacándose por su enfoque en la pobreza y la justicia social, además de su incansable lucha por acercarse a las comunidades más vulnerables.
Su humildad, una de sus características distintivas:
Una de las primeras sorpresas de su pontificado fue su decisión de no usar el tradicional “Anillo del Pescador”, que históricamente ha sido entregado a los papas. En su lugar, optó por una pieza sencilla de plata. Además, decidió residir en la Casa de Santa Marta, donde se alojan los cardenales durante el cónclave, en lugar de mudarse al Palacio Apostólico Vaticano, como lo hicieron sus antecesores.

Una vida dedicada a la fe desde joven
A los 21 años, Bergoglio decidió convertirse en sacerdote y comenzó su formación en el seminario de Villa Devoto, en el noviciado de la Compañía de Jesús. A lo largo de los años, desarrolló una profunda vocación religiosa que lo llevaría a ascender en la jerarquía de la Iglesia hasta convertirse en el líder máximo de la Iglesia Católica.
La cercanía con la gente: un papa accesible
Se ha destacado por su capacidad de conectar con las personas. Su pasión por el fútbol, en especial por el Club San Lorenzo de Almagro, ha sido una de las formas en las que ha logrado acercarse a las masas. Además, su estilo directo y sincero al hablar lo ha convertido en una figura querida, tanto entre creyentes como no creyentes.
Una curiosidad interesante sobre el papa Francisco es que, desde 1990, decidió no ver televisión, un compromiso que él mismo afirmó haber hecho como una promesa a la Virgen del Carmen, en la noche del 15 de julio de 1990. Esto refleja su deseo de llevar una vida más sencilla y centrada en su vocación.
Frases icónicas que han marcado su papado
A lo largo de su pontificado, ha dejado varias frases que han calado hondo en la sociedad. Algunas de las más memorables incluyen:
- “Evitar el embarazo no es un mal absoluto”.
- “Es mejor ser ateo que un mal cristiano”.
- “Una persona que piensa en construir muros, cualquier muro, y no en construir puentes, no es un cristiano”.
Estas declaraciones reflejan su apertura de pensamiento y su énfasis en la misericordia, el entendimiento y la unidad.
El escudo papal de Francisco lleva el lema “Miserando atque eligendo”, que se traduce como “lo miró con misericordia y lo eligió”. Este lema subraya su enfoque pastoral basado en la misericordia, el perdón y la inclusión.