En las últimas semanas, diversos sectores del Gran Santo Domingo han experimentado apagones prolongados, algunos de hasta siete horas, lo que ha generado malestar y protestas entre los residentes. Estos cortes de energía afectan tanto a hogares como a comercios, ocasionando pérdidas económicas y deterioro en la calidad de vida.
Además de las interrupciones en el servicio eléctrico, muchos usuarios han reportado un incremento significativo en las facturas de electricidad, sin que esto se traduzca en una mejora en la calidad del servicio. Por ejemplo, en sectores como Los Mameyes y Herrera, la falta de energía y las altas tarifas son las principales preocupaciones de los ciudadanos.
Las autoridades han indicado que estos apagones forman parte de un programa de control de abastecimiento con el objetivo de reducir las pérdidas en el sistema eléctrico. Sin embargo, para muchos residentes, estas medidas no han aliviado su situación, sino que han incrementado el malestar y la incertidumbre en sus hogares y negocios.
Maria Altagracia, quien se dirigió a una estafeta de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste), dijo que desde el mes de diciembre sus tarifas de energía eléctrica han aumentado hasta RD$10,000, sin importar el consumo.