El ministro administrativo de la Presidencia, Andrés Bautista, afirmó que la nueva Universidad ISA (UNISA) en Bohechío materializa la visión del presidente Luis Abinader de convertir la educación superior en motor de desarrollo económico y social para la región Sur.
Bautista aclaró que el moderno recinto de la Universidad ISA (UNISA) en Bohechío fue construido por la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID), en virtud de un acuerdo interinstitucional suscrito con la academia en 2022.
La inauguración de este centro universitario se realizó el pasado 23 de febrero de 2024, tras una inversión que ascendió a RD$654,810,795.00 y que permitió no solo la construcción de nuevas infraestructuras, sino también la adecuación de instalaciones y el equipamiento de aulas, laboratorios y residencias estudiantiles.
El funcionario precisó que EGEHID cedió en usufructo varios terrenos e instalaciones a la Universidad ISA, incluyendo espacios del antiguo campamento utilizado en la construcción de la hidroeléctrica Palomino, que fueron adaptados para alojamientos de estudiantes, profesores y personal administrativo.
Ministro Bautista aclara desinformación sobre declaraciones del expresidente Danilo Medina
El ministro Bautista, aclaró que las recientes declaraciones del expresidente Danilo Medina sobre universidades y escuelas de formación agrícola contienen información inexacta.
Bautista señaló que un expresidente debería referirse a temas públicos con base en datos verificables, evitando confundir a la ciudadanía.

El ministro explicó que las diferencias entre estas instituciones son evidentes: mientras las escuelas de formación agrícola imparten cursos prácticos de corta duración sobre manejo de bosques, siembra de café y otros cultivos, las universidades requieren estudios previos y programas académicos prolongados, que van de dos a cuatro años según la carrera.
“Los cursos agrícolas, que duran apenas unos días, se enfocan en instrucción práctica, mientras que la formación universitaria exige bachillerato previo y prepara a los estudiantes para desempeñarse profesionalmente”, indicó Bautista. Destacó que comparar ambos sistemas sin considerar estas diferencias genera confusión y no refleja la realidad educativa del país.
Bautista enfatizó la importancia de brindar información clara y veraz a la población. “Cada tipo de institución cumple un rol específico en la educación y el desarrollo del país, y los ciudadanos merecen precisión y responsabilidad en las declaraciones públicas”.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del vicerrector del Recinto, Manuel Sena, quien destacó el potencial de la Universidad ISA para transformar la educación superior en la zona sur del país.

Resaltó el rápido crecimiento y acogida que ha tenido la nueva sede desde su inauguración el 23 de febrero de 2024. La construcción del recinto, que inició en febrero de 2022, permitió recibir a su primer grupo de 65 estudiantes provenientes de la sede principal en Santiago. En apenas ocho meses, la capacidad máxima de alojamiento, de 400 estudiantes, se alcanzó, dejando a 200 jóvenes de familias vulnerables fuera por falta de espacio, mientras otros 100 aspirantes se preparan para ingresar en la próxima matrícula de septiembre.
Además del impacto académico, el vicerrector indicó el efecto socioeconómico del recinto en la comunidad de Bohechío, donde se han generado alrededor de 40 empleos fijos, de los cuales el 75% son ocupados por residentes del municipio. También se ha consolidado una red de proveedores agropecuarios locales que abastece gran parte de la alimentación de los estudiantes, posicionando al recinto no solo como un centro educativo, sino como un motor de desarrollo local.
Matricula ISA
Por su parte, Junior Ubri, director académico, resaltó que el enfoque principal de la institución está en el desarrollo regional, formando profesionales que fortalezcan la cadena de valor agroalimentaria, con énfasis en provincias del sur con énfasis en Pedernales.
Explicó que la Universidad ISA reporta que la mayoría de sus estudiantes se concentran en carreras técnicas: Técnico de Producción Agrícola con 185 alumnos (49.3%) y Técnico en Tecnología de Alimentos con 76 (20.7%). Las licenciaturas de Gestión Ambiental y Administración en Gestión de Operaciones y Logística suman 57 y 56 estudiantes, respectivamente.
La mayor parte del alumnado proviene del suroeste del país, principalmente de Bahoruco (49.5%), seguido de San Juan, Azua, Independencia y Elías Piña. Estos datos reflejan la preferencia por programas vinculados a la producción agrícola y tecnología de alimentos, reafirmando el compromiso de la universidad con el desarrollo profesional y regional.
En tanto, el subdirector ejecutivo de la Unidad Técnica Ejecutora de Proyectos de Desarrollo Agroforestales, Arístides Santana, explicó que las instalaciones del Centro de Capacitación de Agricultura funcionaban anteriormente como campamento de Odebrecht. Actualmente, en el lugar se imparten cursos técnicos para agricultores, mientras que en la Universidad ISA se forman profesionales de nivel superior. “No se puede confundir una universidad con un centro de capacitación”, precisó Santana, para diferenciar la formación académica de la educación no formal.
Penélope Valdez, arquitecta, describió las condiciones en que se encontraba el terreno antes de la construcción y cómo se llevaron a cabo las adecuaciones para convertirlo en un recinto universitario moderno, con aulas, laboratorios y residencias para los estudiantes.
Infraestructura y capacidad académica
El recinto universitario cuenta con una capacidad instalada para 1,200 estudiantes en aulas y laboratorios, de los cuales 420 pueden residir en el campus, recibiendo alojamiento, desayuno, almuerzo, cena y materiales de estudio.
Las instalaciones incluyen 12 aulas equipadas, áreas administrativas, un centro estudiantil y un comedor con capacidad para 400 comensales. Asimismo, dispone de 8 modernos laboratorios especializados en informática, química, biología, microbiología, operaciones unitarias, procesamiento de lácteos y protección de frutas y vegetales.
Para garantizar la operatividad, la obra fue dotada de dos plantas eléctricas de 375 y 135 KW, además de dos cisternas con capacidad combinada de 80,000 galones de agua, asegurando un suministro estable para las operaciones del recinto.