La Oficina de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso este viernes tres meses de prisión preventiva, como medida de coerción, contra Manuel Alejandro Féliz Rodríguez, alias El Cojo, acusado de sustraer dos anillos de alto valor histórico pertenecientes al patricio Juan Pablo Duarte.
La jueza Fátima Veloz impuso que el involucrado cumpla la medida cautelar en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo, en San Cristóbal.
El abogado del encartado, Wander Matos, informó que su cliente mostró arrepentimiento y pidió disculpas al Instituto Duartiano y a la sociedad dominicana.
Matos afirmó que las palabras de Félix Rodríguez ante el tribunal fueron que “no sabía lo que le pasaba por la mente cuando cometió el hecho”.
La magistrada expresó que se trata de un valor histórico indeterminable muy fuerte, pero que es un robo simple, según el togado.
El Ministerio Público calificó el hecho como violación a los artículos 379 y 384 del Código Penal, que sancionan el robo y el hurto, respectivamente.
Artículo 384. — “Se impondrá la pena de cinco a veinte años de trabajos públicos a los que ejecuten un robo valiéndose de uno de los medios enunciados en el inciso 4.º del artículo 381, aunque la fractura, el escalamiento y el uso de llaves falsas se hayan realizado en edificios o cercados no dependientes de casas habitadas, y aun cuando la fractura no hubiere sido sino interior.”
De acuerdo a la investigación, el hecho ocurrió el pasado 5 de agosto de 2025, alrededor de las 12:35 p. m., cuando el imputado se presentó a las instalaciones del Instituto Duartiano, en la calle Isabel La Católica, sector Ciudad Colonial, solicitando un tour a la secretaria.
Mientras simulaba esperar, ingresó al salón de exhibición y aprovechó un descuido para abrir una vitrina y llevarse las piezas: un anillo con el rostro de Duarte y otro con piedra de rubí, este último un obsequio del prócer a su prometida, la señorita Prudencia Lluberes.
Agentes de la División de Procedimiento de Investigación C4 identificaron al implicado, de tez clara y con dificultad para caminar, deambulando por la avenida Isabel La Católica con la misma vestimenta que el día del robo.
Presuntamente, interrogado por los oficiales, admitió haber sustraído los anillos y venderlos en una compraventa de la avenida Mella, donde el encargado confirmó la transacción: uno adquirido por RD$3,000 en efectivo y el otro por RD$15,500 mediante transferencia.