La Cámara de Diputados de la República Dominicana aprobó en primera lectura un proyecto de ley que busca establecer un marco regulatorio para la alimentación escolar en todo el país, con el objetivo de garantizar una nutrición adecuada a los estudiantes y promover hábitos saludables desde la infancia.
La iniciativa, presentada por la diputada Nelsa Soraya Suárez, prohíbe expresamente la venta y promoción de refrescos, bebidas azucaradas y productos ultraprocesados en las cafeterías y entornos escolares. Además, exige que los alimentos servidos a los estudiantes ofrezcan nutrientes esenciales que favorezcan su desarrollo físico e intelectual.
El proyecto establece que las comidas escolares deben prepararse dentro de los planteles educativos, excepto en casos excepcionales debidamente justificados. En esos casos, las cocinas externas no podrán estar a más de mil metros del centro educativo, lo que busca asegurar la frescura y calidad de los alimentos.
Una de las disposiciones más destacadas del proyecto es la obligación de dar prioridad a la compra de productos provenientes de la agricultura local. Esta medida no solo pretende mejorar la calidad de la alimentación, sino también fortalecer la economía de los pequeños productores y preservar la cultura alimentaria dominicana.
En términos de supervisión, la normativa contempla sanciones para los directores escolares que utilicen de manera indebida los fondos destinados a la alimentación estudiantil, así como para los suplidores que incurran en prácticas fraudulentas o distribuyan alimentos en condiciones inadecuadas que comprometan la salud de los alumnos.
El proyecto ahora queda pendiente de una segunda lectura en la Cámara de Diputados. De ser aprobado nuevamente, será remitido al Senado para su estudio en comisión y posterior votación en dos lecturas más, antes de convertirse en ley.
