La Casa Blanca presentará una propuesta formal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para desplegar en Haití una nueva Misión de Seguridad, con el objetivo de combatir a las organizaciones criminales que controlan más del 80 % del territorio del país caribeño.
La iniciativa, impulsada por la administración Trump, enfrenta un delicado obstáculo geopolítico: evitar el veto de China, uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, en un contexto internacional marcado por tensiones diplomáticas.
Actualmente, Haití es considerado un Estado fallido, sometido al dominio de narcotraficantes fuertemente armados. La Oficina Integrada de la ONU en Haití (BINUH) reveló en un reciente informe que al menos 1,520 personas fueron asesinadas y otras 609 resultaron heridas en los últimos tres meses de 2025.
El clima de anarquía se intensificó esta semana tras las amenazas del poderoso jefe criminal Jimmy Chérizier, quien advirtió que tomará por la fuerza las oficinas del gobierno provisional si no renuncia el Consejo Presidencial de Transición. “Haití ha llegado a un punto en que reina la anarquía total”, afirmó en un video difundido en Puerto Príncipe. Y añadió: “Pueblo haitiano, únanse a nosotros en la batalla. Libertad o muerte”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha seguido de cerca la crisis institucional haitiana, consciente de su impacto regional. El país se ha convertido en un punto neurálgico para el narcotráfico, el contrabando de armas y la migración irregular hacia Estados Unidos.
Pese a su habitual escepticismo hacia organismos multilaterales como la ONU, la OEA y la UNESCO, la actual administración ha concluido que solo una intervención respaldada por Naciones Unidas podría frenar el avance del crimen organizado en Haití, cuya situación se degrada cada día.
En 2024, tras arduas negociaciones diplomáticas, se logró que China no vetara el envío de la actual Misión Multilateral de Apoyo a la Seguridad, dirigida por efectivos de Kenia. Sin embargo, dicha fuerza –compuesta por solo 1,000 uniformados– ha enfrentado serias limitaciones logísticas, como falta de repuestos, vehículos inadecuados y escaso apoyo aéreo y médico.
“La mitad de los vehículos de combate están inoperativos. La falta de inteligencia, apoyo médico y sistemas de comunicación afecta la eficacia de la misión y pone en riesgo al personal”, advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres, en una carta dirigida al Consejo de Seguridad.
Ante la expiración del mandato actual en octubre, Estados Unidos propondrá una nueva misión con mayor capacidad operativa, que incluiría financiamiento directo desde Washington y autorización para emplear fuerza letal contra las pandillas fuertemente armadas.
“El plan retoma las recomendaciones del secretario Guterres, lo cual es positivo. Pero todo depende de la posición que adopte China en el Consejo”, señaló un diplomático latinoamericano con sede en la ONU, consultado por Infobae.
Según fuentes diplomáticas, Haití, El Salvador y Panamá ya han sido informados sobre la propuesta estadounidense.
La decisión final sobre la nueva misión recaerá en el Consejo de Seguridad, que deberá pronunciarse a más tardar en octubre. Mientras tanto, las bandas criminales continúan expandiendo su control territorial, a la espera de si la comunidad internacional actúa o permite que Haití caiga por completo en manos del crimen organizado.