El misterioso avión espacial militar estadounidense X-37B despegó este jueves a bordo de un cohete Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA (Florida), marcando así el inicio de su octava misión de larga duración en el espacio, informa la Fuerza Espacial de EE.UU.
La mayoría de las actividades del X-37B en órbita permanecen clasificadas por tratarse de un proyecto militar. Sin embargo, entre los proyectos que transporta el vehículo espacial en su nueva misión, conocida como OTV-8, se encuentran varios diseñados por agencias gubernamentales, como sistemas de comunicación láser y un sensor inercial cuántico, que serán probados en órbita.
En el caso de este último dispositivo, al aprovechar los principios de la mecánica cuántica, permite a las naves espaciales conocer su aceleración, rotación y velocidad sin depender de señales satelitales externas, lo que facilita su navegación cuando el GPS no está disponible. Según la Fuerza Espacial, esta tecnología fortalecerá las capacidades de navegación de sus naves "ante amenazas actuales y emergentes".
Al mismo tiempo, destacó que las comunicaciones láser son importantes para la superioridad espacial estadounidense en el futuro, debido a que una menor longitud de luz infrarroja permite transmitir una mayor cantidad de datos en cada envío. A su vez, los láseres ofrecen mayor seguridad que las señales de radio convencionales, ya que su propagación es más precisa y difícil de interceptar.
¿Será usado para la Cúpula de Oro?
Jonathan McDowell, astrofísico del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, sugirió que el X-37B también podría evaluar sensores y otros equipos para la planeada Cúpula de Oro, un sistema de defensa diseñado para proteger a EE.UU. de ataques aéreos y misiles. A pesar de no aclarar si un sistema tipo X-37B se usaría en esta iniciativa, la Fuerza Espacial apuntó que la nave constituye una opción económica para la creación de nuevas tecnologías.
El X-37B, desarrollado por la empresa Boeing, lleva realizando misiones espaciales clasificadas desde 2010. El vehículo había volado por última vez en la misión OTV-7, que inició en diciembre de 2023 y concluyó con su retorno a la Tierra el pasado marzo, tras pasar 434 días en órbita.
Un proyecto envuelto en misterio
Para la comunidad espacial, el X-37 continúa siendo un misterio, ya que la Fuerza Espacial divulga escasos datos sobre los propósitos de sus vuelos, por lo que las predicciones de sus operaciones dependen casi por completo del seguimiento abierto de su movimiento orbital.
China cuenta igualmente con un avión espacial militar, que ha completado tres misiones desde 2020, aunque se conocen pocos detalles sobre sus capacidades. Su estancia más prolongada en órbita no superó los 300 días.
