Uno de los puntos más preocupantes abordados por Abinader fue la proliferación descontrolada del sargazo, al que calificó como una crisis regional que ya no puede abordarse de manera aislada.
Niza, Francia. – El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, hizo un llamado firme y emotivo ante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano, al advertir que los mares están dejando de ser símbolo de riqueza para convertirse en espacios de crisis climática, ambiental, económica y social.
Al participar en el evento internacional que se celebra en Niza, el mandatario dominicano enfatizó que, para países insulares como la República Dominicana, el océano no es un límite geográfico, sino un recurso vital que forma parte de su identidad, cultura y economía.
“El océano, más que un límite, es un puente entre comunidades y naciones”, expresó el presidente, quien aseguró que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la acidificación de las aguas y el aumento de fenómenos atmosféricos extremos están afectando gravemente al Caribe y golpeando el desarrollo económico de las naciones insulares.
Uno de los puntos más preocupantes abordados por Abinader fue la proliferación descontrolada del sargazo, al que calificó como una crisis regional que ya no puede abordarse de manera aislada.
Señaló que entre 0.62 y 0.93 millones de toneladas métricas de sargazo podrían llegar este año a las costas dominicanas. “En un escenario extremo, este valor podría superar el millón de toneladas, dependiendo de las condiciones ambientales y las corrientes marinas”, advirtió.
“Esta amenaza debe ser reconocida como una emergencia regional. El mar que nos une también nos llama a una respuesta colectiva”, insistió, al tiempo que pidió a la Asamblea General de las Naciones Unidas actuar con urgencia.
Avances y compromisos del país
Durante su intervención, Abinader recordó que en abril de 2024 el país alcanzó la meta de proteger el 30% de su territorio marino, como parte del Marco Global de Biodiversidad de Montreal. Además, destacó el papel clave de las comunidades costeras y la necesidad de fortalecer sus capacidades para una gobernanza marina más justa y sostenible.
Informó también sobre el desarrollo de una estrategia marítima nacional, la creación de una plataforma de datos oceanográficos en tiempo real y el impulso de proyectos de acuacultura sostenible, turismo náutico, pesca responsable y obras marítimas resilientes al cambio climático.
Llamado a la comunidad internacional
Abinader pidió a los países desarrollados asumir responsabilidades reales y apoyar financieramente a las naciones en desarrollo en la vigilancia, protección y aprovechamiento sostenible del océano. Reclamó además la implementación inmediata del Acuerdo sobre la Biodiversidad más allá de las jurisdicciones nacionales, así como un Tratado Global sobre Plásticos justo y ambicioso, que reconozca las necesidades particulares del sur global.
“Los países en desarrollo no podemos proteger si no disponemos de los medios para vigilar”, afirmó.
Concluyó su participación con un mensaje claro:
“El océano nos une. En su fragilidad, pero también en la belleza de sus aguas. Seamos la generación que salvó esa relación con el mar. El tiempo de actuar es ahora.”