El embajador dominicano en Haití, Faruk Miguel Castillo, afirmó que, aunque gran parte de la capital haitiana está bajo el control de bandas armadas, estas no representan un peligro para la frontera dominicana.
“Hay varias zonas muy preocupantes, como el Departamento de Artibonite y el Departamento Central, donde la presencia de bandidos es dominante. Sin embargo, en la frontera con nuestro país no hay indicios de amenaza inmediata”, puntualizó Miguel Castillo.
El diplomático señaló que, aunque existe presencia significativa de grupos armados en varias zonas, no todo el territorio haitiano se encuentra afectado. Precisó que las bandas se concentran principalmente en el Oeste, por lo que no se consideran actualmente un peligro directo al país.
Enfatizó, además, que la principal preocupación en el país vecino es la inseguridad generalizada, ya que más del 85% de Puerto Príncipe se encuentra bajo el control de estas pandillas, catalogadas recientemente como grupos terroristas por Estados Unidos y la República Dominicana.
El embajador ofreció estas declaraciones durante una reunión convocada este miércoles por el Grupo Partlamentario de Amistad Dominico–Haitiano de la Cámara de Diputados, en la que también participó Alberto Despradel, embajador director del Ministerio de Relaciones Exteriores encargado de las relaciones con Haití.
La reunión tuvo como objetivo analizar la situación actual de Haití y evaluar las condiciones de las relaciones bilaterales entre ambos países.
Además, durante el encuentro, el diputado José David Báez manifestó que el Grupo Parlamentario busca fortalecer los vínculos diplomáticos con Haití y promover una relación de “alta consideración” que contribuya a la estabilidad regional.
“Queremos que la República Dominicana establezca un vínculo de alta consideración que nos permita estar más tranquilos y colaborar en el funcionamiento del Estado haitiano”, señaló.
El legislador afirmó que el diálogo entre ambos países es esencial para mantener la cooperación y garantizar la seguridad en la zona fronteriza, en un contexto en el que la comunidad internacional mantiene su atención en la crisis haitiana.