Cada 8 de septiembre se celebra el Día Internacional del Periodista para reconocer la importancia de la profesión del periodismo en su labor de buscar la verdad y en defensa de la libertad de expresión.
Esta fecha fue establecida por el Primer Congreso Nacional de Periodistas que se llevó a cabo en Córdoba en 1938. Una fecha que desde lo vivido y fáctico nos recuerda la cruel y vil ejecución del periodista y escritor checo Julius Fučík a manos del ejército nazi el 8 de septiembre de 1943.
De clara inclinación comunista, siendo miembro del Comité Central del Partido, Fučík nació en Praga el 23 de febrero de 1903 y en 1921 ingresó a la Universidad del Pilsen para estudiar Filosofía y desarrollar su carrera profesional como crítico literario y teatral para luego inclinarse a la escritura de reportajes de corte cultural y social.
De esa raíz temática e ideología política, que defendió hasta el mismo día de su muerte, nació su obra póstuma; la publicación de Reportaje al pie de la horca en la que Fučík recopila una serie de escritos relatando su tortuosa, cruel e indignante permanencia en la cárcel de Pankrác en Praga y en la que destaca su voluntad de lucha, justicia y libertad.
Un llamado
El compromiso con la verdad y los valores éticos siguen siendo un eje fundacional y fundamental de las prácticas periodísticas y el ejercicio de la profesión. En tiempos en los que la desinformación circula con rapidez y las noticias falsas ganan cada vez más lugar, el periodismo es un valor fundamental en la sociedad para visibilizar los problemas y situaciones necesarias de entrar en agendas para que los demás actores institucionales trabajen en las soluciones. Escribir y comunicar con rigurosidad, precisión y honestidad se vuelve más necesario que nunca.