Este 25 de febrero se conmemora el 209 aniversario del natalicio de Ramón Matías Mella Castillo, uno de los Padres de la Patria de la República Dominicana, junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del Rosario Sánchez.
Militar y político, Mella desempeñó un papel clave en la gesta independentista de 1844. Su acción más recordada fue el disparo de su trabuco la noche del 27 de febrero en la Puerta de la Misericordia, un acto simbólico que marcó el inicio de la revuelta independentista contra la dominación haitiana. Considerado el más apto para la estrategia militar entre los fundadores de la nación, Mella contribuyó de manera decisiva al triunfo de la independencia.
Durante su trayectoria política y militar, Mella desempeñó funciones clave en la organización del Estado naciente. El 1 de marzo de 1844, se integró a la Junta Gubernativa Provisional y luego asumió el cargo de gobernador de Santiago, donde se convirtió en jefe político y militar de la región.
Guerra de la Restauración
Posteriormente, tuvo un rol destacado en la Guerra de la Restauración contra la anexión a España impuesta por Pedro Santana en 1861.
Mella se opuso firmemente a esta medida y luchó por restablecer la soberanía nacional. Su participación en el movimiento restaurador fue clave en la consolidación de la independencia dominicana.
Además de su vida política y militar, Mella también se desempeñó en funciones administrativas y comerciales. En 1835, durante la ocupación haitiana, fue nombrado Preposé o encargado de la comunidad de San Cristóbal, donde se dedicó al comercio de madera. En ese periodo se presume que estableció contacto con Antonio Duvergé, otro de los héroes independentistas.
En el ámbito personal, Mella contrajo matrimonio en 1836 con Josefa Brea, una mujer de familia distinguida, con quien tuvo cuatro hijos: Matías Ramón, Dominga América María, Antonio Nicanor e Ildefonso.
Según su testamento de 1859, ninguno de los dos aportó grandes bienes al matrimonio, lo que sugiere que su posición económica mejoró tras la muerte de su padre en 1864, a través de herencias y adquisiciones posteriores.
Mella también fue un hombre de letras, siendo el encargado de redactar importantes documentos militares y gubernamentales. En 1856, el gobierno le encomendó la redacción de un proyecto de ley para la organización del ejército, un testimonio de su capacidad estratégica y organizativa.
El legado de Mella perdura en la historia dominicana como un símbolo de lucha, patriotismo y entrega a la causa de la libertad. Su imagen y su trabuco son recordados como emblemas de la Independencia Nacional, y su valentía sigue inspirando a generaciones de dominicanos.