Dublín, Irlanda — El vice primer ministro de Irlanda, Simon Harris, instó este viernes al Gobierno a considerar seriamente la prohibición del uso de redes sociales por parte de menores de 16 años, en un intento por enfrentar lo que calificó como una “bomba de relojería” en el uso digital infantil.
Durante una intervención en el Parlamento, Harris señaló que el Ejecutivo de coalición, formado por partidos centristas y democristianos, debe observar las acciones tomadas por otros países y actuar en consecuencia. Citó como ejemplo el caso de Australia, que recientemente aprobó una legislación pionera que prohíbe el acceso a redes sociales a menores de 16 años y establece multas de hasta 32,1 millones de dólares (unos 30,5 millones de euros) a plataformas como Facebook, Instagram o TikTok que no cumplan con la normativa.
“Creo que Australia merece un gran reconocimiento por las medidas que está adoptando”, afirmó Harris, añadiendo que el Ministerio de Comunicaciones ya está analizando cómo otras jurisdicciones están respondiendo al problema del acceso infantil a internet y redes sociales.
El vice primer ministro recordó que, aunque en Irlanda la edad de consentimiento digital está fijada en los 16 años, existen “soluciones alternativas” que permiten a niños más pequeños evadir ese límite y acceder libremente a plataformas sociales.
“Debemos considerar seriamente la idea de que sea obligatorio tener 16 años para estar en las redes sociales, a fin de alinearlo con nuestra legislación vigente”, concluyó Harris.
El debate se enmarca en un contexto internacional creciente de preocupación por el impacto de las redes sociales en la salud mental de niños y adolescentes, y por la exposición temprana a contenidos inadecuados.