AGENCIA EFE.-El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, calificó este lunes -antes de su inicio- como «teatro» la conferencia internacional por la solución de los dos Estados (Israel y Palestina) y aseguró que «no cambiará las vidas de palestinos sobre el terreno».
«Veremos un espectáculo cuando el presidente (Emmanuel) Macron y sus amigos se reúnan. Sabemos que esta conferencia surge de intereses nacionales, no es diplomacia (…) Es una victoria vacía, un discurso vacío, en lugar de condenar realmente el terrorismo», dijo Danon a la prensa desde fuera de la Asamblea General de Naciones Unidas.
La conferencia promete ser uno de los grandes eventos diplomáticos del año, preliminar a la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU que comienza el martes.
La conferencia, apadrinada por Francia y Arabia Saudí, se había concebido como el foro donde algunas de las grandes potencias occidentales iban a dar el paso del reconocimiento del Estado palestino, pero se adelantaron durante el fin de semana Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal.
Declaraciones unilaterales generan consecuencias diplomáticas
En línea con las afirmaciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el embajador del Estado hebreo aseguró que habrá «consecuencias» tras estas declaraciones unilaterales y, en concreto, sobre el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró sentirse «decepcionado».
«Es muy fácil venir aquí, hacerse unas fotos y dar un discurso, pero esto no cambiará nada», recalcó Danon.
El representante israelí ante la ONU definió a su país como una «nación de paz que seguirá firmando acuerdos de paz en el futuro».
Además, Danon agregó que están «coordinando esfuerzos con Estados Unidos» -ninguno de los dos países tomará partido en la conferencia por la solución de los dos Estados- para «traer de vuelta a los rehenes y acabar con Hamás».
Estados Unidos trató -a su modo- de sabotear esta conferencia al denegar el visado de entrada en el país al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, y su equipo, en una clara contravención de los tratados que vinculan a Estados Unidos -como país anfitrión- y a la ONU.
En este momento, y sin contar todavía los países que se sumen mañana, 151 países reconocen el Estado palestino, del total de 193 que se sientan en la ONU. El reconocimiento es prácticamente unánime en Latinoamérica (salvo Panamá) y África (salvo Camerún y Eritrea).
Al ser preguntado por la situación en Cisjordania y si Israel se encamina a una «anexión» total del Territorio Ocupado, el embajador rechazó el uso de esta palabra y prefirió catalogarlo como «aplicación de soberanía».
«Cuando algo te pertenece, no lo anexionas. Creo que es una decisión que el Gobierno tendrá que debatir», sentenció Danon.
Guterres recuerda que un Estado palestino «es un derecho, no una recompensa»
El secretario general de la ONU, António Guterres, recordó este lunes que la creación de un Estado palestino «es un derecho, no una recompensa» y advirtió que negárselo al pueblo palestino «sería un regalo a los extremistas».
Guterres hizo estas afirmaciones en su discurso introductorio a la Conferencia internacional para la solución de los dos Estados (Israel y Palestina), organizada por Francia y Arabia Saudí, en la que se espera que varios países den el paso de reconocer al Estado palestino.

Hasta ahora, 151 de los 193 países miembros de la ONU (el 77 % del total) reconocen al Estado palestino, entre ellos casi todos los países de África, América Latina y una parte significativa de Europa.
El secretario general quiso dirigirse a los que aún se oponen a esa solución -con Estados Unidos a la cabeza-, a los que preguntó: «¿Cuál es la alternativa? ¿Un escenario de un solo estado en el que se niega a los palestinos los derechos básicos? ¿Expulsados de sus casas y su tierra? ¿Forzados a vivir por siempre bajo ocupación, discriminación y sojuzgamiento?».
«¿Cómo es eso posible en el siglo XXI? ¿Es acaso aceptable?», exclamó.
Si no se llega a una solución de dos Estados, «no habrá paz en Oriente Medio, y el radicalismo se expandirá por el mundo entero», remachó Guterres.