POR AGENCIA EFE.- Una jueza estadounidense ordenó al presidente Donald Trump que detuviera los despidos masivos de trabajadores federales durante el cierre del gobierno, después de que la Casa Blanca dijera que esperaba echar a 10,000 empleados públicos.
La parálisis presupuestaria, que acarrea el cierre de actividades públicas, ha entrado en su tercera semana, con el Congreso estancado en un enfrentamiento sobre el presupuesto y Trump cumpliendo con sus amenazas de reducir drásticamente la fuerza laboral en respuesta.
La jueza de distrito Susan Illston emitió la orden de restricción temporal en San Francisco en respuesta a una demanda presentada por sindicatos, que afirman que los despidos son ilegales.
Algunos empleados tampoco sabían que estaban siendo despedidos porque los avisos se enviaron a cuentas de correo electrónico del gobierno a las que no se puede acceder durante un cierre o «shutdown» como el actualmente en curso, según la orden de siete páginas vista por la AFP.
Illston dijo que los sindicatos habían estado escuchando de embarazadas y otros trabajadores que «temen que su seguro de salud se vea afectado», pero no hay nadie en la oficina para responder preguntas.
«Aquellos que han recibido avisos de reducción de personal no pueden prepararse para sus próximos despidos porque el personal de recursos humanos que típicamente los asistiría también está suspendido», agregó la magistrada.
El jefe de presupuesto de Trump, Russ Vought, fue consultado en una entrevista acerca de cuántos despidos habría.
«Creo que probablemente terminaremos superando los 10,000», respondió. «Queremos ser muy agresivos donde podamos en cerrar la burocracia».
Documentos judiciales presentados por el Departamento de Justicia mostraron que más de 4.000 empleados fueron despedidos el viernes. Los departamentos del Tesoro, Salud, Educación y Vivienda fueron los más afectados.
Vought dijo que eso era apenas una muestra y que habría más despidos.










