INTERNACIONALES.- La violencia no da tregua en Haití, como quedó patente este lunes cuando se sucedieron las imágenes de cadáveres en las calles de Pétion-Ville, en las colinas de Puerto Príncipe, mientras el país sigue a la espera de que se constituya el consejo presidencial de transición acordado hace justo una semana.
Las circunstancias de lo sucedido en Pétion-Ville no están claras y, mientras algunas versiones apuntan a un tiroteo, otras hablan de que se trata de al menos una docena de bandidos abatidos a disparos por la Policía Nacional.
Según pudo captar EFE, en medio de regueros de sangre los vecinos se arremolinaban en torno a los cadáveres, entre ellos el de una mujer, mientras una ambulancia recogía los cuerpos en plena vía, en los alrededores de una zona dedicada al comercio informal de alimentos y otros productos.
Además, blanco de las bandas fueron algunas zonas de Laboule y Thomassin, barrios acomodados de Puerto Príncipe, donde comercios y residencias fueron asaltados.
También estos días ha sido objeto de robos y actos vandálicos la compañía pública de electricidad Electricite d’Haiti, hasta el punto de que cuatro subestaciones del área metropolitana de Puerto Príncipe y la central de Varreux han quedado destruidas, con la consiguiente falta de suministro en decenas de zonas.
Estos últimos ataques se suman a los registrados desde que hace casi tres semanas la violencia aumentara de forma exponencial en Haití, en especial en la capital y sus alrededores, sin que de ella se hayan librado instituciones públicas, empresas privadas, cárceles (el asalto a dos de ellas permitió la huida de unos 3.000 presos) o infraestructuras.