En un contexto marcado por tensiones comerciales y políticas entre Estados Unidos y China, la superestrella de la NBA, LeBron James, apostó por el baloncesto como un puente cultural entre ambos países.
Durante su primera visita a territorio chino desde 2019, James publicó un artículo de opinión en el Diario del Pueblo, principal órgano de comunicación del Partido Comunista, donde afirmó que “el baloncesto no es solo un deporte, sino también un puente que nos conecta”. La publicación despertó el interés internacional, dado que es inusual que los medios estatales chinos difundan artículos firmados por atletas extranjeros.
La presencia del jugador de Los Angeles Lakers se enmarca en la preparación de dos partidos de pretemporada en Macao entre los Phoenix Suns y los Brooklyn Nets, programados para el 10 y 12 de octubre. Estos encuentros forman parte de los esfuerzos de la liga para fortalecer nuevamente su presencia en el mercado chino, tras la crisis originada en 2019 por el tuit del entonces gerente general de los Houston Rockets, Daryl Morey, en apoyo a las protestas en Hong Kong. El episodio provocó que las transmisiones de la NBA fueran suspendidas en China durante más de un año, hasta su reanudación parcial en 2022.
En los últimos meses, otras figuras de la liga como Stephen Curry y De’Aaron Fox han visitado el país asiático, logrando gran acogida entre los fanáticos. James, quien afrontará su temporada número 23 en la NBA, destacó la calurosa bienvenida recibida en Chengdu.
"Es un gran honor para mí poder venir aquí, tan lejos de casa, y recibir esta recepción y este cariño. Solo quería devolverlo a la comunidad y a este país", expresó el astro de 40 años en declaraciones a la agencia oficial Xinhua.
La visita de James refuerza la estrategia de la NBA de reconstruir lazos con China y, al mismo tiempo, proyecta la imagen del baloncesto como un lenguaje universal capaz de tender puentes más allá de las diferencias políticas.