EFE.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este viernes una reunión con delegaciones de 16 países del Caribe, en la que criticó el «abandono e indiferencia» de la mayor parte de la comunidad frente a la crisis de Haití.
«Haití no puede ser castigado eternamente por haber sido el primer país que se independizó en las Américas», declaró Lula en Brasilia ante los líderes del Caribe, entre quienes está el presidente del Consejo Presidencial de Transición (CPT) hatiano, Fritz Alphonse Jean.
A la denominada Cumbre Brasil-Caribe asisten los presidentes de República Dominicana, Luis Abinader, y Guyana, Irfaan Ali, así como los primeros ministros de Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves, y el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa.
Belice, Dominica, Granada, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago están representados a nivel ministerial.
Más compromiso con Haití, el pedido de Lula
Lula dijo que es necesario que toda América Latina y el Caribe, así como el conjunto de la comunidad internacional, «se involucren» más en la «dramática» situación de Haití, un país sumido en una crisis que ya lleva décadas y que se ha agravado en los últimos tiempos con un colapso institucional y una espiral de violencia.
«Estabilizar la situación de violencia es fundamental para que pueda haber unas elecciones» que devuelvan al país un cierto orden político e institucional, dijo el líder brasileño.
Brasil, que convocó a esta cita, ha propuesto una agenda que tiene como puntos centrales la seguridad alimentaria, el combate a la crisis climática, la gestión de riesgos y desastres, la transición energética y la conectividad marítima y aérea, a fin de darle un impulso al turismo y al comercio.