SANTO DOMINGO.- Marc Anthony volvió a demostrar por qué es uno de los artistas más queridos en República Dominicana, contagiando de alegría a todos los presentes en su esperado concierto en el Estadio Quisqueya. El sábado por la noche, el icónico cantante neoyorquino, con raíces puertorriqueñas, se entregó al máximo en un espectáculo que resonó con pasión, salsa y una conexión inquebrantable con su público.
"¡Qué rico estar en casa!" exclamó Marc Anthony, y la emoción fue palpable. Durante hora y media, el artista deslumbró a los miles de fanáticos que corearon y bailaron cada una de sus canciones, desde sus clásicos como "Valió la pena" hasta los más recientes éxitos como "Pa’allá voy". Vestido de manera sencilla, pero con la energía que lo caracteriza, Marc Anthony convirtió la noche en una celebración de la vida y la música.
El ambiente ya estaba cargado de emociones gracias a las actuaciones previas de Manny Cruz y Manuel Medrano, quienes caldearon el escenario antes de la aparición del gran protagonista. Sin embargo, fue Marc quien, con su inconfundible carisma y talento, llevó la noche a otro nivel. Desde el primer momento, el público dominicano se mostró entregado, siguiendo cada movimiento y nota del cantante, quien a su vez no dejó de agradecer y animar a la audiencia a disfrutar del espectáculo.
Canciones como "Hasta que te conocí", "Qué precio tiene el cielo", y "Vivir mi vida" hicieron vibrar a la multitud, con Marc Anthony mostrando no solo su habilidad vocal, sino también su eterna conexión con la salsa y el sentimiento latino. Incluso cuando intentó despedirse, el público lo llamó de vuelta, y el artista cerró la noche con "Tu amor me hace bien", arrodillándose para besar el suelo en un gesto de gratitud.
Con casi cuatro décadas en la música y numerosos premios en su haber, Marc Anthony sigue siendo una fuerza imparable, y su concierto en Santo Domingo fue una prueba más de su inquebrantable amor por la música y por su público.