El presidente venezolano Nicolás Maduro ha sorprendido a la nación al decretar el adelanto de las festividades navideñas. En un reciente discurso, Maduro afirmó: "Está llegando septiembre y ya huele a Navidad", marcando un cambio significativo en el calendario de celebraciones.
Este no es el primer año en que Maduro altera las festividades tradicionales, pero la decisión de adelantar la Navidad llega en un momento particularmente delicado. La medida se da a conocer horas después de que se emitiera una orden de captura contra el opositor Edmundo González Urrutia, en medio de una aguda crisis política.
González Urrutia, principal figura de la oposición en Venezuela, enfrenta una orden de aprehensión emitida por un tribunal especializado en delitos relacionados con terrorismo. El fiscal Luis Ernesto Dueñez Reyes solicitó la captura por presuntos delitos que incluyen usurpación de funciones, forjamiento de documentos públicos, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje y asociación ilícita.
La orden de aprehensión se produce en un contexto de agitación política tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, que la oposición ha denunciado como fraudulentas. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora, ha afirmado que publicó el 83,5% de las actas electorales recabadas para sustentar sus acusaciones de fraude.
En este turbulento clima político, la declaración de Maduro sobre el adelanto de la Navidad ha generado especulaciones sobre sus intenciones y el impacto que esta medida pueda tener en la percepción pública y en la crisis que afecta al país.