Santo Domingo, RD – El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) emitió este jueves el informe final sobre el trágico colapso del techo de la discoteca Jet Set, ocurrido la madrugada del pasado martes, un suceso que ha conmocionado a la nación y dejó un saldo devastador de 221 personas fallecidas.
Según detalla el informe, la emergencia fue reportada a las 12:44 am, momento en el que se activó de inmediato un operativo de búsqueda, rescate y asistencia, con la participación de unas 4,580 personas pertenecientes a diferentes agencias del Sistema Nacional de Emergencias.
Las labores de rescate se extendieron durante 59 horas ininterrumpidas, en las que se realizaron 155 traslados médicos y se logró salvar la vida de 189 personas que fueron encontradas con signos vitales entre los escombros.
El COE destacó la eficiente coordinación interinstitucional como un factor clave en la respuesta ante esta tragedia sin precedentes, subrayando el compromiso de los equipos de emergencia, seguridad, salud y logística desplegados en el lugar del siniestro.
Apoyo institucional masivo
Entre las instituciones que participaron en el operativo, las Fuerzas Armadas de la República Dominicana jugaron un papel fundamental. Con un despliegue total de 1.566 efectivos, se integraron 689 miembros de la Unidad Humanitaria y de Rescate (UHR) del Ejército; 168 de la unidad de rescate de la Armada; 52 de la Fuerza Aérea; 197 de Ciudad Tranquila (Ciutran) y 460 de la Comipol, todos con funciones de búsqueda, rescate, seguridad y apoyo logístico.
El Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional también tuvo una participación destacada, con 300 bomberos, incluidos 85 del grupo especializado Hurón. La intervención incluyó ocho unidades de incendio, un carro escalera y tres unidades de rescate.
Apoyo psicosocial y espiritual
El Ministerio de Salud Pública, a través del Servicio Nacional de Salud (SNS), la Dirección de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAEH), Cruz Roja Dominicana, el Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), universidades como UNIBE y UNPHU, y organizaciones religiosas como la Iglesia Católica y evangélica, lideraron un operativo de asistencia psicosocial y espiritual.
Entre sus acciones se incluyen intervenciones de crisis, apoyo emocional a familiares, notificación de fallecimientos, manejo del estrés en rescatistas, primeros auxilios psicológicos y servicios de orientación espiritual.
