Con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, el papa León XIV denunció que la naturaleza se “ha convertido, a veces, en un instrumento de intercambio, en un bien que se negocia para obtener ventajas económicas o políticas”, en un mensaje difundido este miércoles con motivo.
“En diversas partes del mundo es ya evidente que nuestra tierra se está deteriorando”, alertó el pontífice, añadió que “la injusticia, la violación del derecho internacional y de los derechos de los pueblos, las desigualdades y la codicia que se derivan de estas situaciones provocan deforestación, contaminación y pérdida de biodiversidad”.
El papa lamentó que aún no se haya tomado plena conciencia del daño desigual que provoca la destrucción del entorno natural: “Pisotear la justicia y la paz significa afectar sobre todo a los más pobres, marginados y excluidos. En este contexto, es emblemático el sufrimiento de las comunidades indígenas”, subrayó.
En su mensaje, León XIV sostuvo que “la Creación se transforma en un campo de batalla por el control de los recursos vitales”, tomando como ejemplo zonas agrícolas y bosques convertidos en territorios peligrosos por la presencia de minas, conflictos por fuentes de agua y la distribución desigual de materias primas, factores que, según dijo perjudican gravemente a las poblaciones más vulnerables.
El pontífice afirmó que todas estas heridas infligidas al medio ambiente “son consecuencia del pecado”, y recordó que “sin duda, esto no es lo que Dios tenía en mente cuando confió la Tierra al hombre, creado a su imagen”.
En ese sentido llamó a entender que: “la justicia ambiental ya no puede considerarse un concepto abstracto o un objetivo lejano”. A su juicio, se trata de “una necesidad urgente que va más allá de la simple protección del medio ambiente”, y que está estrechamente vinculada con la justicia social, económica y antropológica.
“En un mundo en el que los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, la deforestación y la contaminación, el cuidado de la creación se convierte en una cuestión de fe y de humanidad”, concluyó, al tiempo que instó a pasar “de las palabras a los hechos”.