Santo Domingo-El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) alertó este jueves sobre la creciente desigualdad que enfrentan los trabajadores dominicanos, producto del continuo encarecimiento de la canasta básica sin ajustes salariales proporcionales.
A través de su secretario de Relaciones Laborales, Elso Milciades Segura Martínez, la organización política reiteró su llamado a implementar una política de indexación salarial automática como mecanismo de justicia económica.
Segura Martínez expuso que, de acuerdo con datos recientes del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), la canasta familiar nacional alcanzó un costo de RD$46,716.79 durante el primer trimestre del 2025, lo que representa un aumento de RD$146.09 con respecto al período anterior. Este incremento, aunque aparentemente moderado, es significativo para quienes subsisten con salarios mínimos o por debajo del promedio.
“La realidad es que miles de trabajadores perciben un salario real promedio de apenas RD$21,667.00, cifra que ni siquiera cubre el costo de la canasta básica en los hogares más vulnerables, que ya supera los RD$27,900. Esta disparidad solo agrava la precariedad y el endeudamiento de las familias dominicanas”, sostuvo el dirigente peledeísta.
El vocero del PLD subrayó la urgencia de que tanto el Estado como el sector empresarial asuman un rol más activo y responsable en la actualización de los salarios, tomando como referencia los indicadores inflacionarios y el aumento sostenido del costo de vida. “La indexación salarial automática no debe seguir siendo vista como una opción política, sino como una obligación ética y legal en defensa de los derechos humanos y laborales”, afirmó.
Segura también advirtió sobre los sectores productivos más afectados, como el agropecuario y el comercio informal, donde los ingresos están muy por debajo del umbral mínimo necesario para cubrir las necesidades básicas. En ese sentido, instó a las organizaciones sindicales a redoblar esfuerzos para visibilizar esta problemática y exigir reformas estructurales.
“El silencio ante esta crisis es complicidad. Defender el salario es defender la vida misma. Ya no basta con declaraciones: es momento de acción coordinada para garantizar condiciones de trabajo dignas y equitativas”, concluyó.