Santo Domingo. – El presidente del Partido Esperanza Democrática (PED), Ramfis Domínguez Trujillo, ha escrito al papa León XIV una carta conocida este martes en la que le expone su punto de vista sobre la migración irregular haitiana y sus repercusiones en República Dominicana.
Ramfis Trujillo escribe este mensaje tras la publicación en Vatican News del artículo «Haití y República Dominicana, dos infiernos para un mismo pueblo», para ofrecer una visión «más terminada, realista y auténtica» de la crisis migratoria que enfrenta República Dominicana, sin ningún «sentimiento xenofóbico, mucho menos racista ni antihaitiano», pues su fe y su convicción de que todos somos iguales ante Dios le impiden alentar esas posturas, y solo lo hace velando por los intereses del pueblo dominicano.
«Al leer el artículo de Vatican News, me resultó profundamente preocupante que se presente de forma parcial una problemática tan delicada. Es una narrativa que omite la carga social, económica y de seguridad que padecemos diariamente. Lamento profundamente que la realidad dominicana no haya sido reflejada con la objetividad y profundidad que merece»,s señala el fundador del PED y nieto del dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961).
Al respecto, indica que, pese a sus dificultades, República Dominicana «ha extendido históricamente una mano solidaria al pueblo haitiano» y que se estima que más del 10% del presupuesto nacional se destina a atender a haitianos indocumentados y naturalizados.
Además, manifiesta que hasta el 62 % de los partos registrados en algunos hospitales corresponden a haitianas en situación migratoria irregular, en muchos casos que cruzan la frontera para dar a luz gratis, lo que supone «una gravísima sobrecarga en el sistema de salud, desplazando incluso a ciudadanas dominicanas que quedan sin acceso a servicios médicos esenciales».
Domínguez Trujillo reafirma el derecho inalienable de la República Dominicana de proteger su integridad territorial y las seguridad fronteriza.
Al final de la nota, pide al pontífice que utilice «sus buenos oficios para propiciar una mayor conciencia internacional. Haití necesita intervención urgente, con manos poderosas y capacidad militar para restablecer el orden, implantar la paz y sentar las bases de su reconstrucción, con la participación de aquellas naciones desarrolladas y los organismos internacionales que sí tienen los recursos, la capacidad institucional y la responsabilidad de asumir esta inapelable tarea».
A su juicio, «solo generando condiciones dignas de vida en su país de origen podrá garantizarse el regreso voluntario y sostenible de sus nacionales».
«He propuesto incluso que cualquier ayuda humanitaria que hoy reciba la República Dominicana sea directamente canalizada hacia Haití, con la única condición de que seamos liberados completamente de la carga migratoria y el peso económico que representa para nosotros y nuestros ya frágiles sistemas de salud, educación, economía y seguridad, el desenfreno migratorio de Haití hacia la República Dominicana», agrega.
En octubre pasado, el Gobierno dominicano implementó un plan de deportaciones con el que buscaba repatriar a 10.000 extranjeros semanalmente para controlar la migración irregular, en su práctica totalidad haitianos.
En abril el presidente Luis Abinader anunció quince nuevas medidas en contra de la migración desde Haití, una de ellas la expulsión del país de indocumentados que acudan a hospitales públicos una vez sean tratados, lo que afecta en gran medida a embarazadas y parturientas.