La política egipcia Ghada Waly ha dimitido de sus cargos de directora de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y como responsable de la sede de la ONU en Viena, argumentando motivos familiares, en un momento de problemas de financiación agravados por los recortes en la aportación de EE.UU.
En una carta a los trabajadores de la ONU Waly ha informado con «gran pesar» de su decisión y ha dicho que tras la reciente muerte de su madre en este momento de su vida es «crucial» pasar tiempo con sus seres queridos y cuidar de su padre.
«Así pues, he presentado mi dimisión al secretario general (António Guterres), que amablemente la ha aceptado», indica Waly, de 60 años, y que fue ministra de Solidaridad Social de Egipto entre 2014 y 2020.
Waly fue elegida por Guterres para este puesto en 2020 y se convirtió en la primera mujer, la primera árabe y la primera africana en dirigir la ONUDD y la sede de la ONU en Viena, una de las cuatro junto a Nueva York, Ginebra y Nairobi.
En su mensaje, la política egipcia aseguró que tiene una confianza absoluta en el futuro de esta agencia de la ONU, pero también reconoció que se están atravesando «tiempos difíciles sin precedentes».
Fuentes diplomáticas del entorno de la ONU han indicado que en una reciente reunión Waly se mostró muy pesimista por los problemas de financiación de la ONUDD.

La crisis financiera que sufre en los últimos años la ONU se ha agudizado con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y sus recortes masivos a la cooperación internacional, lo que está forzando a la organización a plantearse el cierre, fusión o traslado de sus agencias especializadas para ahorrar costes.
La directora de ONUDD recordó el pasado marzo que gracias a los fondos internacionales, esa agencia de la ONU ayudó en los últimos años a incautaciones récord de drogas, la detección de nuevos opioides sintéticos y el fortalecimiento de la seguridad en 180 fronteras vulnerables.
Aunque no mencionó expresamente a Estados Unidos, indicó que «muchos países están volviéndose hacia sí mismos, invirtiendo menos en cooperación» y alertó de que eso tiene serias implicaciones en la lucha contra las drogas.
Waly aseguró, con los recortes actuales, la ONUDD afronta dificultades para mantener su despliegue en un momento en el que la producción y el tráfico de drogas está en máximos históricos.