Desde hace varios años, el Gobierno dominicano ha estado impulsando exploraciones con el objetivo de determinar la cantidad y calidad de los hidrocarburos presentes en los yacimientos del país. Estos esfuerzos han incluido análisis técnicos en diversas regiones tanto terrestres como marítimas.
Recientemente, el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, anunció que la segunda ronda petrolera —que incluirá exploraciones en tierra y mar— está programada para noviembre de 2026. Este proceso forma parte de una estrategia para atraer inversiones y avanzar en el desarrollo del sector energético nacional.
En suelo dominicano, se han identificado varias cuencas con potencial petrolero: una en Azua, dos en la región de Enriquillo y una en San Juan de la Maguana. Asimismo, en el Cibao se localizan cuencas en Montecristi, Santiago de los Caballeros y San Francisco de Macorís.
Por otro lado, en aguas territoriales dominicanas existen cuencas frente a las costas de San Cristóbal, Santo Domingo y San Pedro de Macorís, que también formarán parte de esta nueva etapa de exploración.
Actualmente, el Gobierno lleva a cabo un proceso competitivo para otorgar los derechos de exploración y producción de hidrocarburos en las cuencas terrestres, con el fin de garantizar transparencia y atraer empresas especializadas del sector.
Aunque ya se ha confirmado la existencia de yacimientos con hidrocarburos en el país, todavía se requieren estudios adicionales que determinen la cantidad exacta y el valor de estos recursos. Solo con esos datos podrá evaluarse la viabilidad económica de su explotación, considerando los costos involucrados.