EFE.- Rusia inauguró este jueves la Semana Atómica Mundial, un foro con participación del OIEA y varios líderes extranjeros, como escaparate para expandir su influencia en otras zonas del mundo con la energía nuclear civil, como ya lo hizo en el pasado con el gas.
«Rechazamos el llamado colonialismo tecnológico. Es decir, no obligamos a nuestros socios a depender de las soluciones técnicas rusas. Al contrario, les ayudamos a crear su propia industria nuclear nacional y soberana», afirmó el presidente ruso, Vladímir Putin, al intervenir en el foro junto con otros líderes extranjeros.
Aunque poco antes el jefe de la Administración del Kremlin, Serguéi Kiriyenko, admitió que Moscú busca un compromiso centenario con sus socios.
«Las plantas nucleares modernas funcionan durante 100 años, por lo que los compromisos acordados ahora forjarán el futuro», subrayó.
En la mesa redonda estaban también el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi; el director del consorcio ruso Rosatom, Alexéi Lijachov; y la directora de la Asociación Nuclear Mundial, con sede en Londres, la española Sama Bilbao y León.
«Los resultados del trabajo de toda instalación nuclear, de toda planta de energía nuclear que se cree, deben estar encaminados exclusivamente a un fin pacífico», dijo Grossi desde la capital del país que al iniciar una guerra en el país vecino puso en riesgo varias centrales nucleares (Zaporiyia y Kursk).
Un escaparate de poder blando nuclear
Con este evento, que se prolongará hasta el domingo, el Kremlin tiene ocasión de mostrar los últimos acuerdos firmados con distintos países en materia de cooperación nuclear, un poder blando de influencia, especialmente en el Sur Global.
Este es el caso del memorando firmado el miércoles entre Moscú y Teherán para la construcción de varias centrales nucleares en la República Islámica con ocho reactores en Bushehr, a orillas del golfo pérsico.
Esto lo lleva a cabo en un sector después de que su influencia a través de las exportaciones de gas se viese mermada debido a las sanciones impuestas tras la guerra y el cierre del mercado occidental.
Tras las palabras de inauguración, los organizadores emitieron imágenes en directo de cómo arrancaban los camiones que transportaban dos vasijas de presión del reactor de la central nuclear en construcción en El Dabaa, en Egipto, que llegará a su destino en noviembre.
Distintas filiales de Rosatom firmaron también proyectos con empresas como la Universidad Tecnológica Sirius, la inversora Neolant y la Planta de Equipos de Perforación, entre otros.
También tuvieron oportunidad de mostrar en la feria sus avances tecnológicos países como China, Turquía, India, Bolivia, Egipto y Bielorrusia.
Irán -representado por su vicepresidente Mohammad Eslami, jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán- dedicó su sala al uso del átomo en la medicina.
Los tentáculos de Rosatom
Rosatom, principal promotora del evento, también aprovechó para presentar en sociedad a las empresas adquiridas recientemente por el consorcio y que también tienen un papel clave en la actual estructura económica rusa, limitada por las sanciones internacionales.
FESCO, empresa de logística que fue cedida a Rosatom por decreto presidencial en noviembre de 2024, mostró abiertamente cómo ayuda al Kremlin a evadir las sanciones comerciales a través de importaciones paralelas.
Así, enseñó sus cadenas de tránsito, que parten de países como Nueva Zelanda y pasan por puertos como el de Algeciras (España) y Estambul (Turquía), hasta llegar a Rusia, como es el caso de las importaciones de mantequilla.
«Nosotros no nos encargamos del transporte durante toda la cadena de tránsito, porque muchos países no quieren trabajar con Rusia, pero sí nos encargamos de gestionarla a través de otras empresas», aseguró la representante de FESCO a EFE.
Ciclo completo
Además, Rosatom firmó hoy con Bielorrusia el primer contrato del mundo para la realización de un ciclo equilibrado de combustible nuclear, para garantizar la gestión segura del combustible gastado de la única central bielorrusa.
De esta forma, Moscú también controlará los deshechos nucleares de Bielorrusia, además de permitirse el uso de materiales reciclados en el ciclo del combustible, comunicó TASS.
De hecho, Putin anunció durante su intervención que en 2030 comenzará a operar el primer sistema nuclear de ciclo cerrado en la región siberiana de Tomsk.
Moscú se presenta también así como plataforma para la firma de acuerdos entre terceros y el Kremlin como su procurador.