La diputada del PRM por Santiago, Soraya Suárez, acusó en El Sol de la Tarde a legisladores de todas las bancadas en la Cámara Baja de evitar la aprobación del proyecto de Alimentación Escolar y Nutrición porque tienen negocios con cocinas en esa área.
Afirmó que no ha politizado el tema, el cual compete al Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie). La propuesta establece que los alimentos se cocinen en las escuelas.
"A mí me importa poco quién tenga el contrato. Me interesa que haya alimentos de buena calidad. Y si quien lo tiene es la FUPU (FP), como lo tiene ahora, según ellos, en su mayoría, que ni sé, ni me importa, ni me interesa, está bien porque funciona; si lo tiene el PLD, está bien porque funciona, y si lo tiene el PRM, está bien si funciona. Lo que no deberían hacer es permitir que los diputados, de todas las bancadas, eviten que el proyecto se apruebe", expuso.
Expresó que los diputados no deberían tener contratos como proveedores de alimentos escolares y que aquellos que lo ganaron inteligentemente cambiaron los nombres de sus compañías.
Señaló que están "torpedeando" y que los diputados de la FP tienen 16 cocinas, los del PRM tienen dos o tres, y los del PLD también. "Si eso es lo que quieren que diga, entonces que no me hagan hablar".
Soraya Suárez aclaró que no se opone a los negocios porque vive de una compañía de su padre que no está relacionada con la cocina ni le vende al Estado.
Reiteró que se requiere de una alimentación de calidad para los niños, y para ello los diputados tienen una responsabilidad.
Dijo que hay un piloto en 268 escuelas para cocinar en los centros educativos y determinaron que se les paga a las mismas empresas.
Indicó que hay descomposición y contaminación de los alimentos cuando son trasladados a los planteles escolares, según determinó un estudio, no de ahora, sino desde siempre.