Santo Domingo– La creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China ha puesto en el centro del debate global a las tierras raras, elementos estratégicos en la fabricación de tecnologías de punta. En este nuevo escenario, la República Dominicana se perfila como un actor emergente, con importantes reservas aún en fase de exploración.
La reciente imposición de un arancel adicional del 34 % por parte del gobierno de Donald Trump a las importaciones desde China provocó una inmediata respuesta de Pekín: restricciones a la exportación de siete elementos clave de tierras raras, incluyendo el gadolinio y el itrio, fundamentales para industrias como la electrónica, la aeroespacial y la médica.
Este movimiento ha generado un efecto dominó en los mercados globales, acelerando la búsqueda de fuentes alternativas de estos minerales. En ese contexto, la República Dominicana ha comenzado a captar la atención de Washington.
Durante un almuerzo organizado por la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR) a finales de marzo, el presidente Luis Abinader anunció que el país cuenta con reservas inferidas brutas estimadas en 100 millones de toneladas de tierras raras. Se espera que en 2026 se determine el valor neto de estos recursos, lo que abriría la puerta a su explotación comercial.
“Estamos siendo asesorados por el U.S. School of Engineers y expertos internacionales. En un año hemos avanzado lo que normalmente tomaría tres”, destacó Abinader, subrayando la aceleración del proceso de exploración.
El ministro de Energía y Minas, Joel Santos, reafirmó esta información en un seminario minero organizado por la Embajada de Canadá, señalando que desde septiembre de 2024 se han estado realizando estudios para estimar los recursos de cara a una declaración de reservas en 2026. Entre los proyectos más prometedores se encuentra la exploración en Pedernales, liderada por la Empresa Minera Dominicana (EMIDOM), que incluye presencia de bauxita con elementos de tierras raras.
La importancia de estos desarrollos no ha pasado desapercibida para Estados Unidos. En enero de 2025, el Secretario de Estado Marco Rubio realizó una visita oficial al país, manifestando su interés en establecer acuerdos estratégicos en torno a estos recursos.
Con un contexto internacional marcado por la incertidumbre y la pugna por el dominio tecnológico, la República Dominicana podría posicionarse como un proveedor clave de tierras raras para Occidente, con impactos significativos en su economía y su peso geopolítico en la región.
