Agencia EFE- El presidente Donald Trump pronunció este viernes en el Departamento de Justicia de EE.UU. un discurso en el que lanzó una retahíla de quejas sobre las investigaciones criminales que amenazaron su carrera política y pidió que sus rivales sean encarcelados.
«Las personas que nos hicieron esto deberían ir a la cárcel», afirmó Trump sin precisar a quién se refería, mientras insistía en su teoría infundada de fraude en las elecciones de 2020, en las que perdió ante el demócrata Joe Biden.
Un discurso de tono fuerte
El mandatario ofreció un discurso combativo y desafiante, en el que se refirió con términos a menudo vulgares a sus adversarios y se presentó como una víctima de persecución política.
La visita fue la primera de Trump al Departamento de Justicia y la primera de cualquier presidente en una década a esa institución, que tradicionalmente opera con independencia, pero que él ha tratado de moldear a su favor en este segundo mandato con el nombramiento de funcionarios leales en puestos clave, como la fiscal general, Pam Bondi.
«Expulsaremos a los actores deshonestos y las fuerzas corruptas de nuestro Gobierno. Expondremos, y mucho, sus crímenes atroces y su grave mala conducta, como nunca se ha visto», proclamó Trump en un discurso que duró una hora.
El presidente llegó a sugerir que CNN y MSNBC, a las que calificó como «brazos políticos» del Partido Demócrata, llevan a cabo acciones que deberían considerarse «ilegales».
Los casos judiciales de Trump
Trump hizo historia el año pasado al convertirse en el primer presidente de Estados Unidos condenado por un delito penal, en un caso en Nueva York sobre la falsificación de registros comerciales para ocultar una supuesta relación con la actriz Stormy Daniels.
Ese fue solo uno de los cuatro casos a los que se enfrentó el republicano, quien también estuvo acusado en Washington D.C. por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando sus seguidores intentaron impedir la certificación de la victoria de Biden en los comicios de 2020.

Además, enfrentó cargos en Georgia por tratar de revertir los resultados de las elecciones en ese estado y en Florida por llevarse documentos clasificados de la Casa Blanca al dejar el poder en 2021 y almacenarlos en su mansión de Mar-a-Lago.
Esos casos quedaron estancados o los cargos se retiraron tras su victoria en las elecciones de noviembre pasado. En el país existe una política de larga data en el Departamento de Justicia establece que un presidente en ejercicio no puede ser enjuiciado.