El secretario permanente de Relaciones Exteriores de Uganda, Vincent Bagiire, anunció que su país alcanzó un acuerdo con Estados Unidos para recibir a migrantes que no cumplen con los requisitos para permanecer en territorio norteamericano, en un nuevo capítulo de la estrategia de Washington de derivar a esos extranjeros hacia otros países.
“El acuerdo concierne a ciudadanos de terceros países a quienes no se les concede asilo en Estados Unidos, pero que muestran reticencia o dudas para regresar a sus lugares de origen”, explicó Bagiire a través de un comunicado publicado en la red social X (antes Twitter).
El funcionario aclaró que se trata de un pacto temporal, en el que no se aceptarán personas con antecedentes penales ni menores no acompañados. Añadió además que Uganda prefiere recibir principalmente a migrantes procedentes de naciones africanas.
La confirmación llega un día después de que el propio Gobierno ugandés negara la existencia del acuerdo. No obstante, Bagiire aseguró que los detalles aún se están afinando, aunque el compromiso entre ambas partes ya está cerrado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Internacionales, Henry Okello Oryem, señaló a la agencia Associated Press que, pese a la reconocida política de acogida de refugiados de Uganda, el país enfrenta límites claros. “Hablamos de carteles, de personas rechazadas por sus propios países. ¿Cómo podrían integrarse en Uganda?”, cuestionó.
Uganda no es el único país de África oriental en avanzar en este tipo de pactos con Washington. Su vecino Ruanda informó a inicios de agosto que aceptará hasta 250 migrantes procedentes de Estados Unidos, aunque la administración norteamericana no lo ha confirmado oficialmente. En tanto, Sudán del Sur y Esuatini ya han recibido pequeños grupos, algunos con presuntos antecedentes delictivos.