La ola de violencia en Haití alcanzó a los barrios acomodados de su capital Puerto Príncipe, cuando al menos 28 presuntos miembros de grupos armados fueron abatidos por miembros de la Policía haitiana, así como por civiles, que quemaron los cadáveres de más de una veintena de ellos y los esparcieron por la ciudad, que está prácticamente paralizada, mientras siguen los enfrentamientos.
Según el presidente de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados, William Charpentier, el aumento de la violencia en Haití afecta directamente a la República Dominicana y a otros países de la región.
Asimismo, indicó que la población haitiana se mantiene atemorizada por el aumento de la violencia en ese país.
Además, pidió que los organismo internacionales hagan el esfuerzo necesario para mantener la paz en Haití.
El presidente de la Republica Dominicana, Luis Abinader, recientemente dijo que "esas bandas armadas que mantienen desestabilizado a Haití deben se declaradas terroristas".
En ese sentido, legisladores de oposición y del oficialismo de República Dominicana pidieron endurecer las medidas de seguridad en la zona fronteriza, ante el temor de que el recrudecimiento de la violencia en Haití pueda afectar a territorio dominicano.
Asimismo, sugirieron incluso suspender temporalmente la contratación de mano de obra haitiana y solo permitir el ingreso de ciudadanos del vecino país para intercambio comercial.
El senador Antonio Marte dice que "hay que tomar medidas drásticas con lo que les alquila casa a los haitianos, con los finqueros, constructores y hoteleros".
