Santo Domingo febrero 2024.-Con 11 millones de habitantes, Haití es una nación que no encuentra sosiego. La corrupción, la inequidad, la pobreza extrema y las calamidades que le han dejado múltiples catástrofes naturales. Esta es la mezcla ha provocado múltiples levantamientos, y enfrentamientos entres distintos bandos de la nación, como el que recientemente sume a Haití en una nueva crisis y una ola de inseguridad y secuestros.
En 1804, una revuelta de esclavos liderada por el general Toussaint Louverture convirtió a Haití en la primera nación independiente de toda América Latina y el Caribe, y la primera en el mundo en abolir la esclavitud. Siguieron cerca de 100 años de inestabilidad política y el pago de una onerosa indemnización a Francia.
La primera mitad del siglo XX estuvo marcada por la ocupación militar de Estados Unidos, entre 1915 y 1934, y una masacre instigada por el presidente dominicano Rafael Trujillo en la frontera común de Haití y República Dominicana, que se cobró la vida de 20.000 a 30.000 haitianos.
La violencia no se detuvo, y de 1957 a 1986, padre e hijo Duvalier -François, el padre, apodado 'Papa Doc' y su hijo Jean-Claude, 'Baby Doc'- sembraron el terror y desangraron el ecenario público. Se estima que sus grupos paramilitares, entre ellos los tristemente célebres 'Tonton Macoute' secuestraron, torturaron, mataron y desaparecieron a 60 mil personas de la oposición.
En 1990 La fallida democracia de Haití, cuando el poder estuvo liderado en el país por los militares, realizando una serie de golpes de estado hasta que finalmente en los 90 fue elegido un presidente democráticamente.
Arístides comenzó a gobernar el 7 de febrero de 1991, con tan mala suerte que fue removido por un nuevo golpe militar siete meses después. Mientras se exilió en Venezuela y en Washington. Los militares, de nuevo en el poder, llevaron a cabo cientos de detenciones, torturas, ejecuciones extrajudiciales de los ciudadanos partidarios de Arístides. Así lo denunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1993.
Un año más tarde, en el 1994, con el apoyo de los Estados Unidos, Arístides fue devuelto al poder, desde donde concedió a los Estados Unido futuras privatizaciones.
En 1995, Arístides le traspaso el poder a René Préval, quien fue el segundo presidente haitiano elegido democráticamente después de doscientos años en anarquía (país sin gobierno). Este gobernó durante 5 años sin ningún sobresalto, enfocándose en la economía neoliberal.
En el 2000 René le regreso la presidencia a su colega Arístides, quien consiguió cansar al pueblo debido a que las cosas no andaban bien, la inestabilidad política, la corrupción, el crimen y la miseria siguieron profundizándose, al punto que en 2004 una revuelta popular lo forzaron a un nuevo exilio.
La ONU envió ese mismo año ejecuto una misión de paz -MINUSTAH- para apaciguar y estabilizar los momentos de tensión en el país caribeño. MINUSTAH estuvo los siguientes 13 años allí.
Azotado durante años por tormentas tropicales y huracanes, el 12 de enero del 2010, el vecino país se vio afectado por un terremoto desbastador que dejó al menos 220.000 personas muertas, otras 350.000 quedaron heridas y se registró un millón y medio de damnificados.
Este desbastador sismo agravó la crisis social por la cual estaba pasando el país, quedando practicante en ruinas.
Para colmo, los desechos de una estación de la ONU contaminaron de cólera el Artibonite, el principal río de la Isla La Española, generando una epidemia que cobró la vida de 10.000 personas y enfermó a más de 600.000. Después de años de negar su responsabilidad, la ONU pidió perdón en 2016, pero poco ha hecho en materia de reparación financiera. Desde entonces, Haití intenta reconstruirse sin éxito.
A once meses de la catástrofe, se llevaron a cabo elecciones en las que ascendió a la presidencia el músico y político Michel Martelly. Su promesa principal de campaña era reconstruir al país, el cual se encontraba sumido en la desesperanza. Pero la presidencia de Martelly sostuvo un pulso constante con el parlamento y su gobierno no alcanzó las metas propuestas.
En el 2015 se llevaron nuevamente las elecciones presidenciales, en las que el candidato de Martelly, y el joven empresario Jovenel Moïse, quedó en primer lugar. Pero la oposición en el parlamento alego que había sido fraude electoral, motivo suficiente para detonar nuevas protestas y disturbios en las calles.
Ante la presión, Martelly cedió el poder a un presidente interino y el país atravesó un 2016 de crisis institucional. Y para completar, en octubre de ese mismo año el huracán Matthew azoto a Haití, dejando un aproximado de 400 muertos.
En las elecciones del 2017 quedo como vencedor otra vez a Jovenel Moïse, quien asumió la presidencia el 7 de febrero de ese mismo año, Pero al poco tiempo le estallaron escándalos de corrupción y malversación de fondos de su Gobierno y el de sus antecesores.
Tras un año de pandemia, en 2021, el país volvió a estallar. El Consejo Superior del Poder Judicial de Haití emitió una resolución en la que asegura que el período presidencial de Jovenel Moïse terminó el 7 de febrero. Pero el mandatario se negaba a entregar el poder y asegurando que le queda un año de gobierno, ya que su mandato de 5 años comenzó en 2017 y no en 2016. Volviendo a sumirse las calles de Haití a protestas y violencia.
El 2022 y el 2023 no fueron de color de rosa para el vecino país, porque persistió la inestabilidad política, tras el asesinato de Jovenel Moïse en 2021, la economía continuo deteriorándose. La escasez de combustible, la inflación desbordada, la violencia de las bandas y secuestros en aumento. Seguido de las luchas por el poder. A pesar de los acuerdos, no se ha podido encaminar la situación política.
Y en lo que va de 2024 la violencia se agravó, dejando un número considerable de víctimas superando los años anteriores, sumiendo al país cada vez más en la pobreza.
